A la hora de evaluar los riesgos de una empresa hay que tener en mente muchos factores, pero el principal para Manoel Gadi, Director de Rating de Bravo Capital, es el tiempo de la inversión.
Para el análisis, podemos determinar 3 rangos de tiempo: 1-30 días, de 180 días a 3 años y de más de 3 años tienden a ser diferentes. La primera tiene poco en consideración las finanzas de la empresa y algo la economía. Las dos restantes son muy exhaustivas y se puede tardar un mes en analizar; visitas a la empresa, información pública…sin conocer más datos internos de la empresa no deberíamos tomar más riesgo de 3 años e incluso evitar a más de 180 días, según indica Gadi.
En particular, Manoel destaca la historia que puede contar el dato [Gastos financieros/EBITDA] combinado con mayor o menor facturación de un año a otro. Con este dato podemos detectar indicios de algunos problemas de gestión, de nuevas acciones en el mercado… Si estos indicios existen, debemos estar atentos a las noticias sobre la compañía.
Existen herramientas en plena evolución que podrán ser útiles, como el Big Data y Analytics que son fácilmente accesibles, pero sobre todo el conocimiento estadístico ganará mucha más relevancia y será un arma imprescindible en el futuro.
Según apunta Manoel Gadi, dar el rating a una empresa siempre es una aventura, “cada empresa es un mundo”. Es un trabajo casi de investigación, se valoran diferentes factores, ratios de balances, comparativas sectoriales, esto genera dudas que luego se plasman en las visitas a las empresas, donde se revisa el plan de negocio, actividades, fuerza de la demanda y proveedores, diversificación de productos y geográficas y la adecuación del cuerpo directivo en el momento en que está pasando la empresa.
Para finalizar, Gadi aconseja a las empresas principiantes seguir en el mercado europeo, promete tener buenas oportunidades futuras, afirma. Es cuestión de tiempo conseguir una buena cartera de clientes, pero aconseja observar indicadores como los algoritmos de series temporales y métodos Bayesianos. Para conseguir una cartera óptima y evitar grandes sorpresas hay que evaluar a los clientes constantemente.